Cada servicio de esta convención fue impactante. Estamos seguros de que Dios hizo cosas maravillosas, y su gloria se manifestó.
Durante el último servicio se vivió un momento emotivo ya que se realizó la presentación de jóvenes obreros que después de un tiempo de preparación fueron destinados a continuar con la obra del Señor. Dispuestos a obedecer el llamado de Dios, serán enviados a diferentes regiones de nuestro país. El Rev. Mario Lima Vacaflor, oficial internacional, la junta nacional, pastores, y todo el pueblo presente elevaron una oración al altísimo por la vida de cada joven que dijo "Heme aquí, envíame a mí".
En este mismo servicio, la pastora Herly compartió un mensaje poderoso, nos recordó que a veces nuestro pensamiento es limitado, pero que Dios tiene pensamientos de bien para cada uno. Animó a los jóvenes a buscar la llenura del Espíritu Santo y aprender a conectarse con Él, porque hay un mundo que necesita vidas sanas. Hizo un llamado a tomar una decisión, servir al Señor con todo el corazón.
La presencia de Dios se movió con poder. Fueron minutos intensos de ministración en los que todo el pueblo levantó las manos y derramó lágrimas, clamando por la fuerza del Señor.
Esta convención quedará guardada en lo más profundo del corazón. Dios hizo promesas, restauró hogares, transformó vidas, y sobre todo, nos envolvió en su amor infinito.
¡A Él sea toda la gloria por lo vivido y por lo vendrá!